Un hombre que era
un pueblo muerto
a disparos de revólver.
Un tranvía que arde
entre el fuego.
Un hombre arrastrado
por las calles linchado
por la muchedumbre enfurecida.
Unas palomas que vuelan
despavoridas en la
plaza de la catedral.
Un hombre que creará
un mítico pueblo imaginario
llamado Macondo
su máquina de escribir
arde entre el fuego.
Un reloj que se ha detenido
en una hora aciaga a mediodía.
Un hombre que años después
hará una revolución en una isla
del Caribe camina por las
calles bogotanas en ruinas.
Una muchedumbre de hombres
que blanden sus machetes
y martillos y palos
y destornilladores al aire.
Una hilera de cadáveres
que yacen frente
al Cementerio Central.
Una lluvia que cae sobre
la tarde sangrienta
en la larga noche
de un país en llamas.